Todos hemos oído hablar del “9 a 5”, pero hoy en día, el verdadero reto empieza después de apagar el portátil. Desconectar del trabajo no siempre significa que tu mente te siga. Si alguna vez te has encontrado repitiendo las conversaciones del día, estresándote por los plazos de mañana o escribiendo a hurtadillas “sólo un correo electrónico más” horas después de haber apagado el portátil, no estás solo. Con tantos de nosotros trabajando desde casa -o difuminando los límites entre el trabajo y la vida personal- puede resultar más difícil que nunca desconectar del todo.
Sin unos límites saludables entre la vida laboral y personal, el estrés aumenta, el sueño se resiente y resulta más difícil recargar las pilas. Con unos pocos cambios intencionados, puedes volver a entrenar a tu cerebro para que se apague después del trabajo y recuperar tus tardes.
¿Por qué es tan difícil mantener los límites entre trabajo y vida privada?
La tecnología ha facilitado estar conectado, pero esa conexión tiene un coste. Es tentador contestar correos electrónicos o terminar una tarea antes de acostarse, pero estudios demuestran que no desconectar del trabajo por la noche puede aumentar el estrés y reducir el bienestar general.
Cuando tu mente no descansa, tu cuerpo también lo nota. Las hormonas del estrés elevadas, como el cortisol, pueden afectar al apetito, al estado de ánimo e incluso aumentar tus probabilidades de despertarte con hambre en mitad de la noche. Crear límites entre trabajo y vida privada no consiste en hacer menos, sino en darte espacio para recuperarte.
RELACIONADOS: 14 consejos que te cambiarán la vida para controlar el estrés a diario
¿Qué rituales nocturnos te ayudan a desconectar después del trabajo?
Los rituales nocturnos son señales poderosas que indican que “la jornada laboral ha terminado”. No tienen por qué ser complicados, sólo coherentes.
Algunas ideas para probar:
- Tiempo creativo: Dibuja, colorea o haz un pequeño proyecto de bricolaje. Dedicar tiempo a tu creatividad puede ayudar a tu cerebro a relajarse y a volver a centrarse en algo personal.
- Estírate: Prueba un flujo de yoga FitOn o un estiramiento de 5 minutos para liberar la tensión de estar sentado todo el día.
- La hora del té: Cambia tu última taza de café por un ritual de té de hierbas calmante que marque el inicio de tu tiempo de inactividad.
- Límites tecnológicos: Pon tu teléfono en otra habitación durante una hora y nota cuánto más tranquilo te sientes.
- Movimiento doméstico suave: Las tareas ligeras, como ordenar una zona pequeña, doblar la ropa o regar las plantas, pueden resultar productivas y, al mismo tiempo, dar a tu mente un respiro del estrés laboral.
- Restablecimiento de la aromaterapia: Enciende una vela, difunde aceites esenciales o disfruta de un ritual olfativo calmante. El olor puede ser una señal clara de relajación y transición al final del día.
Estos sencillos reajustes ayudan a tu cerebro a cambiar de marcha y hacen que tus tardes sean más reparadoras.
RELACIONADO: Esta sencilla rutina puede reducir tu estrés en 10 minutos
¿Puede el movimiento apoyar los límites entre trabajo y vida privada?
¡Sí! El ejercicio es una de las formas más eficaces de salir del modo trabajo. La actividad física reduce el cortisol, mejora el estado de ánimo y estabiliza la energía. Incluso un breve entrenamiento o paseo enérgico puede servir como reseteo mental, facilitando la liberación del estrés laboral.
La clave no es la intensidad, sino la constancia. Una sesión de fuerza de 20 minutos, una relajante sesión de yoga o incluso una pausa para estirar las piernas indican a tu cuerpo: la jornada laboral ha terminado y es hora de centrarse en mí.
RELACIONADO: Cómo cuidar tu salud mental cuando tienes poco tiempo
¿Cómo refuerza el sueño los límites saludables?
Piensa en el sueño como tu botón de reinicio definitivo. Sin suficiente descanso, los límites entre el trabajo y la vida se difuminan, y el estrés perdura hasta el día siguiente. Dormir poco también afecta a las hormonas reguladoras del hambrepor lo que es más probable que te apetezcan tentempiés nocturnos o que te despiertes con hambre.
Proteger tu sueño empieza por crear una una rutina constante a la hora de dormir. Prueba una meditación guiada FitOnestiramientos ligeros o escribir un diario antes de acostarte. Estas prácticas calman el sistema nervioso, mejoran la calidad del sueño y refuerzan el límite entre tu jornada laboral y tu vida personal.
A continuación se indican algunas formas sencillas de pasar del “modo trabajo” al “modo descanso”.
RELACIONADAS: 7 cosas que debes hacer esta noche antes de acostarte para dormir mejor
5 hábitos nocturnos para reforzar tus límites entre trabajo y vida privada
#nº 1 Da un paseo de transición
Un breve paseo después del trabajo actúa como un botón de reinicio. Mover el cuerpo y respirar aire fresco crea una separación entre la jornada laboral y la noche, y ayuda a la mente a relajarse.
#2 Estirarse o moverse con propósito
Incluso cinco minutos de movimiento suave -como un flujo de yoga FitOn, un estiramiento o un entrenamiento rápido- pueden liberar la tensión acumulada durante el día y cambiar tu energía.
#3 Crea un pequeño ritual
Puede ser preparar una taza de té, encender una vela o poner el teléfono en otra habitación. Los rituales sencillos indican a tu cuerpo y a tu mente que es hora de relajarse.
#4 Priorizar la conexión
En lugar de hacer scroll, llama a un amigo, juega con tus hijos o pasa tiempo con tu pareja. La conexión humana reduce el estrés y da a tu mente un enfoque positivo fuera del trabajo.
#5 Protege tu sueño
Una hora de acostarse coherente y una rutina de relajación (piensa en meditaciones o respiraciones FitOn) favorecen un mejor descanso y te ayudan a despertarte renovado, sin que te invadan los pensamientos laborales.
RELACIONADO: 10 sencillos hábitos que debes incorporar a tu jornada laboral si el trabajo te estresa
Los límites de la vida laboral empiezan con pequeños cambios
Establecer límites más sólidos entre trabajo y vida privada no significa revisar tu horario de la noche a la mañana. Se trata de pequeños cambios intencionados que creen una separación entre el tiempo de trabajo y el tiempo personal. Tanto si se trata de dar un breve paseo después de desconectar, como de establecer un ritual nocturno o dar prioridad al sueño, cada elección te ayuda a recargarte más plenamente.
Cuando protejas sistemáticamente tu tiempo de inactividad, notarás la diferencia: mejor energía, descanso más profundo y menos estrés que se traslada a tus tardes. Tu jornada laboral tiene su lugar, pero también lo tiene tu tiempo personal. Y con los límites adecuados, puedes dar a ambos la atención que merecen.