5 consejos para convertir tu próximo paseo en una meditación

Sentarse en silencio no es la única forma de conseguir el zen.

By: Emmy Schneider-Green

Si has buscado cómo meditar en el pasado, probablemente te habrás encontrado con un montón de instrucciones para sentarse quieto, cerrar los ojos, tal vez encender una vela o dos, y establecerse en un espacio sereno. ¿Te suena, verdad?

¿Pero quién dice que todas las meditaciones tienen que significar ojos cerrados y quietud?

De hecho, ¡puedes conseguir una meditación increíble que reducirá el estrés y mejorará tu salud emocional mientras das tu paseo diario! (Y no, tus ojos no estarán cerrados – ¡antes de que alguien se haga una idea equivocada! La seguridad es lo primero).

Si te cuesta coger el ritmo de la meditación tradicional, o simplemente quieres cambiar las cosas de vez en cuando, esto podría ser justo lo que necesitas. ¿Te preguntas cómo meditar mientras caminas? Vamos a sumergirnos.

Estos beneficios para la salud mental de caminar al aire libre son difíciles de ignorar

Antes de entrar en los cómos de la meditación mientras se camina, sería negligente no mencionar el porqué.

Seguro que ya has experimentado de primera mano el efecto increíblemente calmante de un buen paseo por la naturaleza. Al fin y al cabo, dar un largo paseo es algo que muchos de nosotros hacemos cuando nos sentimos estresados o deprimidos.

Los paseos al aire libre pueden ayudar directamente a reducir nuestros niveles de ansiedad y estrés (gracias a la liberación de las hormonas del bienestar, la serotonina y la dopamina).

Salir al aire libre y recibir luz solar natural también puede mejorar nuestro sueño al ayudar a mantener el ritmo circadiano natural de nuestro cuerpo, que puede verse alterado si pasamos todo el tiempo en el interior.

Cómo meditar durante el paseo diario

Se trata de dos pájaros de un tiro. Tenemos que admitir que a nuestro lado práctico le encanta esta idea de dos en uno por razones puramente logísticas. Siempre buscamos formas de combinar tareas como escuchar un podcast mientras nos maquillamos, así que si podemos dar nuestro paseo y meditación diaria al mismo tiempo, ¡apúntanos!

Otra razón para amar las meditaciones a pie es si no tienes un espacio tranquilo o sereno en tu casa para hacer una meditación sentada, o si ese estilo simplemente no resuena contigo.

Además, tanto si estás en la ciudad como en el campo, si haces una excursión de una hora o un paseo de 10 minutos por la calle, estos conceptos funcionan igual.

Aquí tienes una lista de control de 5 pasos para meditar mientras caminas.

#1 Establezca primero una intención

Si eres una de esas personas cuya mente va a mil por hora, sobre todo cuando intentas calmarla durante una meditación, establecer una intención antes de atarte las zapatillas puede ayudarte.

Puede ser tan simple como encontrar la paz, recordarse a sí mismo que está a salvo, encontrar la gratitud por el día, o tan específico como calmar su sistema antes de esa conferencia de Zoom.

#2 Elija un lugar que le permita caminar en línea recta (por lo menos una cuadra, preferiblemente)

En la ciudad o en el campo, en las colinas o en las llanuras, en el pavimento o en la hierba, los detalles del lugar por el que caminas no importan realmente, pero será mejor si la ruta elegida te permite caminar en línea recta durante al menos 15 pasos. Si estás atrapado en el interior y sólo puedes caminar a lo largo de tu pasillo, ¡esto sigue funcionando!

Puedes continuar si tu ubicación lo permite, o al final de cada manzana, calle o pasillo, dar la vuelta y volver sobre tus pasos. El objetivo aquí no es cubrir el terreno, sino notarlo con atención.

#3 Practicar la atención al cuerpo, al entorno y a las sensaciones (puedes centrarte en una por calle o manzana)

Piensa en tu último paseo. ¿Estabas hablando por teléfono, mirando el ordenador, pensando en las tareas pendientes o no estabas concentrado en la marcha? Nosotros también.

En su paseo de meditación, concéntrese en las sensaciones específicas de cada pie al abandonar el pavimento y al volver a colocarse en el suelo.

Observa tu peso en el suelo y tu zancada. Fíjate en los brazos, la espalda y la postura. Siente el viento o huele los olores que te rodean.

Puedes optar por centrarte en un solo elemento a la vez y cambiar a otro en cada manzana o calle, como quieras dividir tu atención.

#4 Utilizar una vía guiada

¿Un consejo útil para los que tienen dificultades para meditar? ¡Pruebe a utilizar un audio guiado!

A muchos les resulta muy útil la meditación guiada como forma de mantenerse “en el camino” (si se quiere), y evitar elaborar mentalmente una lista de la compra durante cinco minutos. Incluso hay pistas específicas diseñadas para ser utilizadas mientras se camina.

#5 Apreciar la belleza que te rodea

No importa si está caminando por una calle de la ciudad o por su propio pasillo o en el más pintoresco de los senderos: siempre hay algo que apreciar a su alrededor. Cuando termines de concentrarte en cada paso deliberado y de notar las sensaciones de tu cuerpo, pasa a buscar intencionadamente pequeños ejemplos de belleza.

Pueden ser los árboles que hay sobre tu cabeza, el jardín por el que has pasado, un pájaro que has oído o, si estás en tu propia casa, la decoración o los objetos que te reconfortan.

Háganos saber cómo disfruta de su meditación a pie.

Un paseo diario a paso ligero aporta muchos beneficios, pero convertir ese paseo en una meditación a pie lleva las cosas a un nivel completamente nuevo.

Así que sal a la calle y prueba a meditar caminando: puede ser exactamente lo que necesitas para sentirte un poco más centrado, un poco menos estresado y, oye, ¡puede que incluso duermas mejor!

Cuéntanos cómo lo incorporas a tu rutina de autocuidado.