Tanto si trabajas en una oficina a tiempo completo como si te dedicas al teletrabajo, es difícil discutir que todo lo relacionado con nuestra vida laboral se ha visto sacudido estos últimos meses. Hay niños que estudian en línea, comidas que preparar y platos que te miran desde el fregadero, todo ello mientras intentas registrar las conferencias telefónicas y abordar tu lista de tareas.
Más allá de dejar el pijama y vestirse para el día, hay otras formas creativas de añadir una dosis de placer al trabajo desde casa. Aquí tienes ocho consejos para trabajar desde casa que pueden hacer que tu día a día sea más productivo y -sí- incluso divertido.
Cómo hacer más agradable el trabajo desde casa
#1 Convierte el tiempo de trabajo en tiempo para mí
Ya sea en coche, en metro o en bicicleta, lo más probable es que haya dedicado una parte de su jornada a los desplazamientos. De hecho, el estadounidense medio se desplaza casi 30 minutos cada día. Y aunque a veces haya sido un dolor de cabeza, puede que eches de menos esos minutos (u horas) para ti mismo, ya sea escuchando un audiolibro, poniéndote al día con un amigo por el altavoz o soñando despierto en el tren.
El hecho de que tu viaje al trabajo signifique ahora caminar desde la cama hasta la mesa del comedor no significa que tengas que renunciar a ese tiempo para ti. Convierta su tiempo de desplazamiento en un momento de autocuidado, ya sea con unos cuantos saludos al sol, una meditación guiada o tiempo para sentarse en el patio y observar a la gente.
#2 Tener un espacio de trabajo dedicado, y luego trasladarlo
No importa si tienes una oficina en casa literalmente o no, crear un espacio para todas las cosas del trabajo puede ayudar a separar el papeleo del juego (no hay nada menos divertido que ponerse al día con tu programa de televisión favorito después de la cena sólo para ver montones de documentos esparcidos por todo el sofá que te recuerdan al trabajo). Limítate a trabajar en tu espacio dedicado y luego incorpora un poco de onda de “viernes informal” a la WFH trasladándote al patio trasero, a la isla de la cocina o, sí, incluso al sofá, una vez a la semana o más. Se trata de introducir variedad para mantener el interés.
#3 Estimular los sentidos
Tal vez no te permitían quemar velas en la oficina o tal vez el perfume de tu compañero de oficina siempre te volvía loco. Ahora que trabajas desde tu propia casa, puedes dictar lo mucho (o lo poco) que energizas esos sentidos olfativos.
Las velas, el incienso o un difusor de aceites esenciales son formas sencillas y que ocupan poco espacio de añadir un poco de aroma. ¿Busca energía? Pruebe los aromas con romero o menta. Si quieres bajar la intensidad, prueba con lavanda o ylang-ylang.
#4 Pump Up the Jams
Si la música no te impide fluir, considera la posibilidad de añadir algunas melodías a tu puesto de trabajo. Puedes personalizar las listas de reproducción en función de lo que tengas ese día, teniendo en cuenta que la música instrumental suele ser mejor para la concentración. Y como se ha demostrado que la música mejora el estado de ánimo, fomentamos plenamente las fiestas de baile durante todo el día.
#5 Rupturas de horario
Si tienes nostalgia de esas conversaciones entre horas que mantenías con tus compañeros de trabajo, hay una buena razón. El tiempo para ponerse al día no sólo ofrece una sensación de conexión y comunidad en el lugar de trabajo, sino que también proporciona a tu cerebro y a tus ojos un descanso muy necesario de la sobrecarga mental. Incluso puede aumentar la productividad.
Los expertos sugieren la famosa técnica Pomodoro, que consiste en trabajar durante 25 minutos y luego hacer una pausa de 5 minutos (y aumentar ese tiempo de pausa cuando se hayan alcanzado 4 segmentos de trabajo). Este método te obliga a hacer una pausa y, aunque no tengas más compañeros de trabajo en casa que tu perro, puedes aprovechar ese merecido tiempo para enviar un mensaje a tu amigo, hacer unos ligeros estiramientos o sacar al cachorro a dar un rápido paseo. Y si te cuesta hacer esas pausas, intenta bloquear segmentos en tu calendario para crear un descanso forzado.
#6 Merienda con estilo
Al igual que puedes ir a una cafetería a última hora de la mañana o ir a la tienda de delicatessen de la esquina para comer algo a las 3 de la tarde, haz que la hora de la merienda en casa sea un acontecimiento. Nos encanta tener a mano postres sin azúcar, así como tentempiés antiinflamatorios y respetuosos con el intestino, como los mangos y las gomitas de colágeno caseras.
No hay oficina, no es necesario el Tupperware. Emplata la comida en una bonita bandeja, sírvete un poco de agua con gas y disfruta. Y para sentir realmente que tienes ese descanso, trata de evitar la merienda al desko y llévala a otra habitación.
#7 Hacer una reunión a pie
A menos que necesites el ordenador o el papeleo a tu lado, no hay razón para que te encadenes a una mesa durante toda la jornada laboral. Ponte unos auriculares y da un paseo al aire libre mientras atiendes tu llamada de trabajo. Puedes matar varios pájaros de un tiro: cumplir con una tarea del trabajo, tomar aire fresco y registrar los pasos del día.
#8 Terminar el día con un ritual divertido
Seguro que algunas situaciones exigen trabajar hasta la noche o hacer una lluvia de ideas para un proyecto de trabajo después de la cena, pero en la medida de lo posible, pon un punto final a tu jornada laboral, para que tengas una clara separación entre lo profesional y lo personal.
En la oficina, el final de la jornada puede significar la hora feliz con los amigos en un bar. Pero cuando trabajas desde casa, tienes muchas más opciones. Puedes salir a correr, jugar a la pelota con tu perro en el patio o organizar una hora feliz en casa mientras te pones al día con tu pareja o compañero de piso. Sea lo que sea, intenta convertirlo en un ritual, para que sea algo que te haga ilusión. Puede ayudarte a sentirte renovado para que empieces el siguiente día de trabajo con la mente despejada y bien descansada.
Haz que el horario laboral trabaje para ti
Aunque lleves meses en ello, la vida laboral a distancia puede suponer una adaptación. La mente y el cuerpo necesitan tiempo para aprender nuevos patrones, así que si es un reto hacer todo lo que se menciona en nuestro resumen de consejos para trabajar desde casa -quizás lo único que le queda de energía mental es vestirse, terminar la lista de tareas del día de trabajo y luego pasar el rato con su familia- recuerde que es normal, saludable y quizás lo que necesita para recargarse. Sé paciente contigo mismo y ten en cuenta que no hay dos días exactamente iguales.
Cuéntanos las formas creativas en las que haces que el horario laboral funcione para ti.