Ya has oído hablar de los entrenamientos matutinos -más energía, mayor productividad, mejor humor, menos grasa corporal, más tono muscular- y, sin embargo, cada mañana el botón de repetición parece imponerse en la batalla entre el sueño y el ejercicio matutino.
Diga adiós a tener que elegir entre las horas felices y sus objetivos de fitness. Estos diez consejos están a punto de cambiar tu vida para que puedas aprovechar todos los beneficios de los entrenamientos matutinos y, además, dejar las tardes libres para cualquier otra cosa que te llene el alma. Comprométase con ellos y podrá dar la vuelta a la tortilla incluso a los noctámbulos más acérrimos que quieren empezar a hacer ejercicio a primera hora de la mañana.
10 pasos para convertirse en un ejercitador matutino
#1 Prepara tu ropa de entrenamiento la noche anterior
Preparar la ropa de entrenamiento la noche anterior te hará la vida mucho más fácil. Intentar elegir tu ropa mientras das tumbos por tu habitación medio despierto te va a llevar más tiempo y ancho de banda mental del que quieres dedicar a primera hora de la mañana.
Saborea tu energía y abandona la lucha. Tómate cinco minutos (como máximo) la noche anterior para decidir qué vas a ponerte (incluyendo la ropa interior, los calcetines y los zapatos) y colócalo de forma que puedas verlo. Esto enviará una señal a tu cerebro cuando te despiertes por primera vez de que te has comprometido.
#2 Poner el despertador y no pulsar Snooze para ayudar a restablecer el reloj interno
La primera vez que te despiertes temprano puede que no te parezca natural, pero se hace más fácil. Pase lo que pase, comprométete a despertarte. A veces hay que madrugar antes de coger el ritmo de irse a la cama más temprano.
Despertarte más temprano te ayudará a reajustar tu reloj interno, por lo que te dará sueño antes por la noche y podrás irte a la cama a una hora decente.
#3 Poner la alarma en el otro lado de la habitación
Esto va de la mano con el número dos. Poner el teléfono o el despertador en el otro lado de la habitación te obliga a salir de la cama. Una vez que te hayas levantado, es mucho más probable que te mantengas despierto y que te aplastes en el entrenamiento. (Sobre todo porque tu ropa ya está dispuesta).
#4 Prepare su máquina de café antes de salir a la calle
Algunas mañanas (vale, quizás la mayoría), necesitamos un impulso extra para ponernos en marcha. Pero no hay nada que pueda estropear más tu estilo que tener que montar la cafetera antes de tomar la cafeína. Añade los posos (y el agua si es de goteo automático) a tu máquina la noche anterior, para que sólo tengas que pulsar “Start” por la mañana. Mejor aún si tiene uno que pueda funcionar con un temporizador automático a primera hora de la mañana. El olor a café recién hecho puede sacar a casi cualquiera de la cama.
#5 Establezca un sistema de recompensas para motivarse
Ya sea un delicioso y nutritivo desayuno, un nuevo par de pantalones de entrenamiento o poder dormir hasta tarde un par de mañanas a la semana, establece un sistema de recompensas para cumplir con tus objetivos de entrenamiento matutino.
Celebrar las pequeñas victorias produce dopamina y serotonina en el cerebro. Tu cerebro empezará a correlacionar los entrenamientos matutinos con esta increíble sensación de logro y te engancharás en poco tiempo.
#6 Comienza con el cardio para poner en movimiento tu sangre
Puede que estés físicamente despierto, pero tu mente puede seguir en la cama. Deja que tu cerebro se ponga al día con tu cuerpo con un poco de cardio sin sentido para entrar en calor y estar listo para aplastar tu entrenamiento. Puede ser un paseo o una carrera alrededor de la manzana, un paseo rápido en bicicleta, bailar en el salón o subirse a su equipo de cardio favorito durante diez o veinte minutos.
#7 Haz planes nocturnos que no querrás perderte
Si tienes tendencia a decir “lo haré más tarde”, esto es para ti. ¿Cuántas veces te has hecho esta promesa a ti mismo y luego te has saltado el entrenamiento cuando te han invitado a la hora feliz o te sientes agotado después de un largo día? Llena tus tardes con actividades divertidas o actos de autocuidado para motivarte a entrenar por la mañana.
#8 Practica la visualización antes de acostarte
Los deportistas y los empresarios de éxito utilizan la visualización para mejorar su rendimiento y alcanzar sus objetivos más rápidamente. El simple hecho de visualizar envía señales a tu cerebro, de modo que interpretas las imágenes igual que si ocurrieran realmente. Con el tiempo, tu cerebro etiquetará tus visualizaciones como comportamientos aprendidos. No es una broma.
Para empezar, antes de irte a dormir, imagina cómo es y cómo te sientes al oír el despertador, ponerte la ropa, lavarte los dientes y tomar un café recién hecho. A continuación, imagínate a ti mismo realizando tu entrenamiento: el equipo que utilizarás, los ejercicios que harás, la sensación de fuerza y el cumplimiento de tus compromisos. Empezarás a levantarte con mucha más confianza en que puedes afrontar tu entrenamiento y cumplir tus promesas.
#9 Planifica tus entrenamientos con antelación y ponte en piloto automático
Tener un plan es la mejor manera de prepararse para el éxito. Tómate diez minutos los domingos para escribir tus entrenamientos de la semana, incluyendo los días que harás cardio o fuerza.
También querrás decidir en qué partes del cuerpo te centrarás cada día. También puedes elegir tus entrenamientos o decidir qué ejercicios hacer los domingos, o planificarlos la noche anterior. Si te gustan las clases, inscríbete con antelación para añadir otra capa de responsabilidad.
#10 Prepara una lista de reproducción de entrenamiento y haz que suene la música
Nada nos motiva más para entrenar que una lista de reproducción increíble. La ciencia dice lo mismo. Hay una conexión entre las neuronas auditivas y las motrices, así que cuando escuchas un ritmo que te gusta, tu cuerpo quiere responder moviéndose. Justo a tiempo para tu entrenamiento matutino.
¡Conviértase en un ejercitador matutino para siempre!
Encontrar una rutina de entrenamiento que te guste, una que te haga saltar de la cama por la mañana, es la forma más rápida de hacer que los entrenamientos matutinos se mantengan. Pero cada mañana puede ser diferente. Siga estos diez consejos y se dedicará a los entrenamientos matutinos pase lo que pase.