Siempre es un buen momento para dar prioridad a tu autocuidado y a tu salud. Tanto si sus objetivos de fitness son perder peso, aumentar la fuerza, mejorar la flexibilidad o todo lo anterior, no es necesario modificar totalmente su vida para conseguirlos. De hecho, el mejor lugar para empezar es buscar formas de integrar el fitness en su rutina diaria actual. En lugar de hacer revisiones drásticas que se sientan como una tarea, pruebe algunas de las siguientes sugerencias sobre cómo hacer que el fitness forme parte de su rutina.
Así es exactamente cómo hacer que el ejercicio físico forme parte de su rutina (sin necesidad de comprometer mucho tiempo)
#1 Busca formas de añadir más pasos a tu día
Seguro que has oído las aterradoras estadísticas que llaman a sentarse “el nuevo fumar”. Y es cierto: todos estamos sentados mucho, mucho más de lo que deberíamos.
¿Crees que estás deshaciendo todo el daño de estar sentado sobre tu trasero con tu entrenamiento diario? Por desgracia, no es tan sencillo. Los estudios demuestran que, en realidad, tenemos que dar más pasos y ser menos sedentarios para mejorar realmente nuestra salud.
Aparca el coche más lejos a propósito cuando vayas a la tienda. Suba por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor. Cuanto más te muevas durante el día, más se creará un hábito de movimiento que tu cuerpo anhela.
#2 Hazte social con él
El tiempo social es, sin duda, tan crucial para nuestra salud y bienestar general como el fitness, así que ¿por qué no matar dos pájaros de un tiro y combinar ambos?
Muchos estudios demuestran que tener la responsabilidad de un sistema de amigos hace que sea más probable mantener el compromiso. Y tener un compañero seguro que hace que tus entrenamientos sean más divertidos.
Así pues, invita a un amigo a entrenar contigo en tu casa, sugiérele que vaya a dar un paseo en lugar de sentarse en la cafetería, y haz que sude mientras eres social.
#3 Haz que tu jornada laboral se centre en el movimiento
Para muchos de nosotros, nuestra jornada laboral de 9 a 5 es la que registra más horas de sedentarismo. Así que, ¡intenta cambiarla!
Cada vez son más las oficinas que ofrecen a sus empleados escritorios de pie, lo que constituye una forma obvia de sentarse menos y moverse más. Sin embargo, si no puedes conseguir uno, pon un temporizador en tu teléfono para que te recuerde cada 20 minutos que al menos debes ponerte de pie.
Haz algunas pausas cortas para caminar, camina para llenar tu botella de agua o haz una reunión a pie con tus compañeros de trabajo.
#4 Recoger nuevas aficiones
Los entrenamientos tradicionales no son la única forma de moverse. También puedes practicar nuevos pasatiempos, como clases de baile o algún deporte, que te harán levantarte del sofá y mover el cuerpo mientras te diviertes y pasas un rato de ocio.
#5 Abandona el coche cuando puedas
La mayoría de nosotros pasamos gran parte de nuestra vida sentados en nuestros coches. Una buena manera de incorporar movimiento a tu día es buscar oportunidades para ir del punto A al B caminando o en bicicleta.
¿Vives cerca de una tienda de comestibles? ¿O sólo a uno o dos kilómetros del trabajo o de su cafetería favorita? Encaja tus zapatillas y deja el coche en el garaje.
Haga del fitness una parte fácil y agradable de su rutina diaria
Recuerde, cuando trabaje para alcanzar sus objetivos de fitness para el nuevo año, ¡cada parte cuenta!
El hecho de que no puedas comprometerte de repente a hacer horas de ejercicio físico a la semana no significa que no puedas alcanzar tus objetivos de salud.
Los pequeños pasos y los cambios se suman a la salud a lo grande, así que ¡muévete!