Las casas de tus vecinos se van llenando de luces una a una, se siente un frío en el aire y los familiares empiezan a llamar preguntando por tus planes para las fiestas. Todos los años, cuando se acerca la temporada, mientras la emoción se arremolina a nuestro alrededor, la ansiedad también puede hincharse en nuestro interior.
Incluso si está en la cima de su salud mental, el estrés de la temporada navideña puede sacar de juego incluso a los más “robustos” de entre nosotros. El tráfico, la agenda sobrecargada, el pavo quemado o la tarta caída, los suegros que se pasan de la raya, los plazos en el trabajo antes del PTO… ya lo entiendes (¡perdón por disparar tu cortisol sólo con esta frase!).
A menudo, estas tensiones pueden superar la alegría de la temporada, pero no este año. Nos tienes a nosotros y tienes esta práctica guía para priorizar y proteger tu salud mental, tu bienestar emocional y tus necesidades de autocuidado.
7 consejos para el cuidado de la salud mental en las fiestas
Haz una lista de alegrías navideñas
Independientemente de las fiestas que celebre en los meses de invierno, elija un puñado de actividades que favorezcan su salud mental y eleven su estado de ánimo. ¿Qué es lo que le hace sentirse de nuevo como un niño o le infunde una sensación de asombro? La temporada puede estar repleta de “cosas que hay que hacer” en lugar de “cosas que nos gustan hacer”, y eso puede provocar un poco de resentimiento (¡a la vez que resta alegría a la que se supone que es la época más maravillosa del año!)
A la inversa, un calendario vacacional vacío también puede pasar factura a la salud mental –
la soledad de las vacaciones
es una epidemia en sí misma. Este consejo se aplica a ambas circunstancias.
Tómate un tiempo, cuando empiece la temporada, para identificar incluso las pequeñas cosas que te gustan de la estación, de modo que puedas priorizarlas en tu calendario. Podría estar haciendo cacao casero desde cero, dar un paseo por la nieve, llevar a tus hijos a patinar sobre hielo, ver el ballet del Cascanueces, organizar un Día de los Amigos… ¡lo que quieras! Y hazlo factible: pon una fecha en tu calendario para hacer estas cosas.
No reserve en exceso (y siéntase cómodo diciendo que no)
Este ha sido un tema muy popular últimamente, pero la palabra “no” puede ser un acto radical de autocuidado. Esforzarse al máximo es una forma segura de erradicar la alegría de las fiestas; añade un estrés innecesario, que inevitablemente repercute en su salud para peor.
Proteja su salud mental: tiene un límite a lo que dice que sí. Considere cuáles son sus prioridades y qué puede omitir. Tampoco tienes que tener un conflicto de horarios. Si te resta energía y humor, te pone demasiado en el plato o te deja el más mínimo atisbo de ansiedad, hazte un favor… decir no. Esta es una excelente práctica para establecer los límites para el próximo año, también.
Cree su santuario/escape
Independientemente de los planes o de los escenarios,
tener un plan
para un “escape” mental y físico es importante. Si te alojas en casa de familiares o amigos, encuentra tu lugar de escape, un sitio donde puedas recalibrarte cuando te sientas abrumado. Puede ser salir a dar un paseo, esconderse un rato en la habitación (incluso en el coche) para tomar el ritmo, o incluso pasar unos minutos en el baño para respirar profundamente. Aunque esto pueda sonar un poco dramático, es mejor tenerlo preparado de antemano por si los niveles de estrés aumentan; al menos tendrás tu respiro preplanificado.
Haz lo mismo si tienes gente de visita en tu casa, ya que puede resultar abrumador que tu respiro (tu casa) se vea invadido, incluso por aquellos a los que has invitado a entrar. Establece un lugar designado para el chill-out en tu casa donde puedas hacer un reset mental.
Siempre es importante “tener una salida”, sobre todo si ver a ciertos miembros de la familia o amigos suele ser el lado más estresante (¡eh, eso pasa!). Darse el permiso de tomarse un descanso -o de marcharse, en algunos casos- es esencial. Recuerda: no eres la única persona que se ocupa de
drama o disfunción familiar
(se trata de una experiencia de amplio alcance, casi universal).
Proteja su autocuidado (y su rutina)
Mantener una rutina saludable y prácticas de autocuidado puede ayudarte a mantener una buena salud mental que te ayudará a evitar el pánico y el estrés de las fiestas más fácilmente. Esto incluye su práctica regular de movimiento y ejercicio, la meditación, el diario y cualquier otra cosa que haga regularmente para el mantenimiento de la salud mental.
Es fácil que estas cosas se queden en el camino cuando tu horario y tu rutina se ven alterados por los planes de vacaciones y los viajes. Anticípate: piensa en cómo vas a incorporar estos componentes de tu autocuidado esencial en tu agenda de vacaciones, tanto si estás ocupado en casa como si estás fuera de la ciudad. Proteja estas prácticas con firmeza: es esencial para mantener su salud mental en las mejores condiciones posibles. No dejes que el cuidado de
usted
se queda en un segundo plano.
Practicar el autocuidado financiero
Los problemas de dinero y las tensiones financieras son una de las
principales causas de estrés en la temporada navideña
Según numerosos estudios y encuestas
encuestas
. El presión para gastar dinero en los regalos, la decoración, las fiestas y el atuendo, los preparativos de los viajes y, por supuesto, el aumento de la factura de la electricidad pueden hacer sudar a cualquiera. El estrés financiero puede estropear la temporada más festiva.
Una forma de proteger su salud mental en este sentido es practicar el autocuidado financiero. Aunque puede que no sea tan divertido como una mascarilla o una clase de yoga, es un paso necesario para evitar una tensión en tu bienestar emocional. Considere la posibilidad de hacer un inventario de sus finanzas, planificar los próximos gastos y recalibrar las expectativas de los gastos estacionales. Vuelve al segundo paso (¡decir no!) para evitar los gastos que no añaden alegría (es decir, valor) a tu vida esta temporada.
Sesiones de terapia previa al libro
Adelántese a los acontecimientos y consiga la agenda de su terapeuta (¡o la de un nuevo terapeuta!) para poder elaborar estrategias de salud mental específicas para su propio estado y circunstancias. Contar con un profesional de la salud mental de confianza, ya sea un consejero, un terapeuta licenciado, un psicólogo o un psiquiatra, puede reforzar su fuerza mental y emocional en un momento que, aunque sea precioso, puede ser bastante arduo.
Practicar la gratitud
En épocas de mucho estrés y de problemas de salud mental, alguien que te diga “sólo sé agradecido” puede parecer frívolo e insensible (además de, bueno… completamente inútil). Aunque la práctica de la gratitud no puede erradicar todos los problemas, ya sean navideños o de otro tipo, sí que puede aumentar tu fortaleza mental y emocional y darte un motivo para sonreír a pesar de todo. Es un
mecanismo de afrontamiento respaldado por la ciencia
que es 100% gratuito (¡hola, autocuidado financiero!), y además, es apropiado en esta época para
dar las gracias
.
Mantén una lista de agradecimiento por la mañana y por la tarde junto a tu cama para empezar y terminar el día con un corazón agradecido. Piensa en ello como un entrenamiento de fuerza para tu mente. La coherencia es la clave.
Gestione su salud mental para pasar unas fiestas felices y saludables
Aunque las fiestas pueden ser un momento de alegría lleno de amor y gratitud, no todo el mundo comparte esta experiencia. Para muchos, las vacaciones pueden ser un reto. Así que si te falta la alegría de las fiestas y te sientes triste, estresado o ansioso, debes saber que es perfectamente normal: no estás solo. Sin embargo, si se prioriza y se protege la salud mental, es mucho más fácil sobrevivir (¿incluso prosperar?) a las fiestas. Cuando necesites apoyo, vuelve a estos consejos. Aunque sean sencillas, pueden tener un efecto profundo en ti, en tu salud y en tu felicidad.