Si el antojo de un dulce se hace fuerte después de cenar, definitivamente no estás solo. El postre es algo que muchos de nosotros disfrutamos con regularidad y, de hecho, no tiene por qué ser algo que evitemos por completo de nuestras vidas. Noticia de última hora: podemos estar sanos, sentirnos bien y seguir comiendo postre. Sí, es cierto: con cambios saludables de dulces, puedes tener el pastel y comerlo también.
Hemos elaborado una lista de los cambios de dulces saludables que necesitas en tu vida. Desde sustitutos saludables del azúcar hasta opciones de postres más saludables y bajos en azúcar, lo tenemos todo cubierto.
Así es como puedes disfrutar del postre, mientras alimentas tu cuerpo con algo bastante saludable.
Cambios saludables en los dulces para que el postre sea mucho más sano
#1 Elige el azúcar de forma natural
No podemos hablar de postres sin hablar del azúcar. El azúcar se encuentra en todo lo dulce (duh), pero no todo el azúcar es igual. Hay una gran diferencia entre comer esa tanda de brownies que están empapados de azúcar blanco de mesa, que hacer una mezcla de brownies caseros utilizando jarabe de arce puro en su lugar.
El azúcar refinado puede hacer que nuestro nivel de azúcar en sangre se dispare y luego se desplome, dejándonos nerviosos, irritables y con más ganas de comer.
El azúcar blanco también está lleno de calorías vacías, lo que significa que no nos aporta ningún valor nutricional.
La buena noticia es que puedes hacer algunos cambios de azúcar bastante fáciles y deliciosos eligiendo edulcorantes naturales que vienen con algunos beneficios añadidos como vitaminas y minerales, algo que el azúcar blanco no ofrece.
Atención: aunque estos edulcorantes naturales aportan algún beneficio nutricional, siguen conteniendo azúcar y deben disfrutarse con moderación.
Siempre que pueda, intente sustituir el azúcar blanco e inflamatorio por opciones de azúcar natural más saludables como:
- Jarabe de arce puro
- Miel cruda
- Fechas
- Azúcar de coco
#2 Haga de los plátanos congelados su mejor aliado a la hora de disfrutar de un helado
Si el helado es tu némesis a la hora de cumplir tus objetivos de alimentación saludable, resulta que puedes seguir disfrutando de tu dulce favorito.
Y, al hacer una alternativa de helado saludable, te saltas ese bol de helado lleno de azúcar, exceso de calorías y carbohidratos. El alto contenido de azúcar de los helados es suficiente para que todos tengamos ganas de más dulces. ¿Por qué? Porque cuando consumimos alimentos con alto contenido de azúcar, nuestros niveles de azúcar en sangre se disparan y, al cabo de unas horas, esos niveles se desploman y provocan que el cerebro busque más. Es un círculo vicioso en el que no queremos quedar atrapados.
Lo que es aún más interesante es que un estudio descubrió que cuando consumimos alimentos que combinan carbohidratos y grasas (te estamos mirando a ti, helado), algo interesante sucede en el cerebro. Los investigadores creen que el cerebro procesa los carbohidratos y las grasas por separado, por lo que disfrutar de un alimento con un alto contenido en ambos puede hacer que los estímulos de antojo y recompensa en el cerebro se vuelvan un poco locos. ¿El resultado? Seguimos buscando más alimentos equivocados.
La buena noticia es que puedes ayudar a satisfacer ese antojo de helado sin sentirte culpable. Deshazte de ese cartón de helado comercial cargado de azúcar y congela en su lugar unos cuantos plátanos. Añádelas a una batidora con un chorrito de leche de coco entera y bátelo hasta que parezca un helado de vainilla blando.
Cubre con tus favoritos (nos encantan los nibs de cacao crudo, las bayas frescas y el coco rallado sin azúcar).
#3 Vuelven a ser saludables las fresas cubiertas de chocolate
¿A quién no le gusta que su pareja le regale una caja de fresas cubiertas de chocolate el día de San Valentín?
Hacer algunos cambios saludables en los dulces siempre que podamos, incluso en los días festivos en los que todo es azúcar, puede conducir a grandes cambios en la salud en general.
Introduzca las fresas cubiertas de chocolate más saludables. En lugar de utilizar azúcar, derrite una taza de trozos de chocolate negro al 70% o más oscuro con ¼ de taza de aceite de coco y una pizca de sal marina rosa del Himalaya en una olla a fuego lento.
Retira del fuego en cuanto el chocolate esté derretido y sumerge las fresas en el chocolate.
Coloque las bayas en una hoja forrada con pergamino y refrigere hasta que esté listo para disfrutar.
En serio, son deliciosos y no contienen azúcares añadidos, así que ¿qué no puede gustar?
#4 “Batidos” saludables de bricolaje
Vale, ¿a quién no le gusta un buen batido de chocolate o de fresa? Como cambio de dulce saludable, prueba a preparar tu propio batido con un puñado de ingredientes más sanos.
¿Amante del chocolate? Mezcla una taza de leche de almendras sin azúcar, un plátano congelado, una cucharada de cacao crudo en polvo y un chorrito de sirope de arce puro.
O bien, prepara un batido de fresas perfecto para el día de San Valentín (o cualquier día para todos los amantes de las fresas). Utiliza tu leche sin lácteos favorita, un plátano congelado, una taza de fresas congeladas y un chorrito de miel cruda.
¡Viola! Ahora tienes dos maneras de llevar tus batidos al nivel más saludable, sin dejar de satisfacer ese gusto por lo dulce.
#5 El chocolate negro siempre es una buena idea
Si te apetece algo dulce, pero no te apetece hacer nada desde cero, busca un chocolate negro del 70% o más oscuro.
El chocolate negro no sólo ayuda a satisfacer los antojos más fuertes de los golosos, sino que también es muy bueno para ti (el crudo y sin azúcar).
Se ha descubierto que el chocolate negro favorece los niveles de colesterol saludables, mejora el estado de ánimo y está cargado de antioxidantes.
Así que, amantes del chocolate, alégrense, porque aquí hay una razón más para que se pueda dar una dosis de chocolate.
Atención… Sin embargo, no puedes coger cualquier barra de chocolate. Para aprovechar los beneficios que ofrece el chocolate negro, opte por las variedades sin azúcar y por las tabletas de chocolate con un 70-80% de cacao.
Ves, puedes tener tu pastel y comerlo también
Una alimentación sana no significa que no se pueda tomar un postre. De hecho, uno de los mayores problemas de las “dietas” es que se vuelven demasiado restrictivas.
No permitirse disfrutar de algunos de sus alimentos favoritos durante un tiempo indefinido es una forma segura de agarrar esa pinta de helado cuando los antojos aparecen con fuerza.
¿El enfoque más equilibrado? Permítase ese capricho después de la cena de vez en cuando, pero hágalo de forma más saludable.
Con estos cambios de dulces saludables, verás rápidamente lo fácil (y delicioso) que puede ser comer limpio. Porque incluso ese trozo de chocolate puede tener cabida en una dieta de alimentación limpia.