Has seguido tus planes de alimentación, has hecho ejercicio de forma constante y has descansado lo suficiente, pero por alguna razón no ves ningún progreso. ¿Qué pasa? La respuesta puede estar en sus hábitos culinarios.
El hecho de que cocines en casa (¡lo cual es estupendo!) no significa que siempre sea más saludable para ti. A veces nos relajamos un poco cuando cocinamos en casa y no nos ceñimos a tomar las decisiones más saludables. ¿Y lo que es peor? A veces ni siquiera nos damos cuenta de que lo estamos haciendo.
Una pizca más por aquí o unas cucharaditas más por allá no parece que pueda marcar la diferencia, pero realmente puede hacerlo. Los pequeños detalles pueden acumularse mucho más rápido de lo que crees.
He aquí seis hábitos culinarios que podrían estar frenando en secreto sus objetivos dietéticos o nutricionales.
6 hábitos de cocina que pueden estar saboteando su dieta
#1 No medir los ingredientes
Has hecho el plato mil veces, sabes qué cantidad de cada ingrediente lleva, ¿verdad? Bueno, tal vez, pero no hay que fiarse de lo que se ve a simple vista. Procura medir siempre tus alimentos. Si accidentalmente sobrevaloras los ingredientes (especialmente el aceite, el arroz o la carne), podrías estar añadiendo cientos de calorías a tu comida sin darte cuenta.
#2 Un poco de “degustación” en el camino
Si bien un chef siempre debe probar su comida, la clave es mantenerla en una “cata” y no en cuatro, cinco o seis cucharadas que pueden convertir una cata en una pequeña comida extra. Además, cuando trabaje con ingredientes como los frutos secos o el queso, asegúrese de no tratarlos como aperitivos. Tampoco querrás cocinar cuando estés totalmente hambriento, ya que será mucho más probable que pidas un bocadillo antes de que la comida termine de cocinarse. Así que mantente nutrido con comidas equilibradas a lo largo del día, y no esperes a estar totalmente hambriento para ponerte a cocinar.
#3 Cocinar demasiado
Cocinar para una o dos personas puede ser difícil, así que cuando una receta rinde 10 raciones, es bastante comida extra. Esto podría llevar a comer porciones más grandes de lo que debería o a tener la tentación de repetir. Investiga en Internet y encuentra recetas que se adapten a raciones o porciones más pequeñas. Si tienes que hacer un plato más grande, busca recetas que te permitan congelar las raciones sobrantes.
#4 Siendo un poco pesado con el aceite
He aquí un ingrediente que es sin duda uno de los principales culpables del sabotaje de la dieta. El aceite tiene, por término medio, unas 120 calorías por cucharada. ¡Caramba! Por lo tanto, asegúrese de medir siempre sus aceites. También es importante recordar que si utiliza una sartén antiadherente, no necesitará mucho aceite.
#5 No prestar atención al tamaño de las porciones
Podrías tener la comida más saludable del mundo, pero si accidentalmente comes dos porciones en una sesión en lugar de una, esas calorías podrían acumularse. Si tienes una receta que indica el tamaño de la porción, saca la taza de medir para asegurarte de que no te pasas ni te quedas corto. Si no estás seguro, aquí tienes algunas pautas de porción que puedes seguir.
#6 Mantener las recetas “tal cual”
Puede que pienses que este hábito culinario es un poco extraño teniendo en cuenta que hemos estado insistiendo en la importancia de medir los alimentos, pero a veces, seguir las recetas al pie de la letra no es la mejor idea. Una receta aparentemente saludable puede tener algunos ingredientes que podrían sustituirse por opciones aún más saludables o simplemente por porciones más pequeñas. Por ejemplo, el plato podría requerir tres cucharadas de aceite de oliva, pero ¿seguiría funcionando una? Si la receta pide nata líquida, ¿podría utilizar nata de coco sin azúcar en su lugar? Lee y repasa tus recetas de antemano para ver si puedes hacerlas un poco más sanas.
El resultado final
No te asustes si eres culpable de uno (o tres) de estos hábitos culinarios. Ahora que eres consciente de ello, haz algunos pequeños ajustes y volverás a estar en el buen camino en poco tiempo. Además, incluso la aplicación de uno o dos de estos consejos hará maravillas para su salud en general. Recuerde que la alimentación saludable nunca es un enfoque de todo o nada. Lo pequeño y constante gana la carrera, así que empiece con los cambios que sabe que puede aplicar ahora mismo, y vaya añadiendo los demás a medida que avanza. Antes de que te des cuenta, serás un profesional en la preparación de comidas saludables, ahorrándote toneladas de calorías añadidas sin tener que pensar mucho en ello.