Alimentación sana

7 sencillos hábitos para combatir la distracción al comer

¡Favorece tu peso, tu digestión y mucho más!

By: Lexy Parsons

¿Eres culpable de desayunar con prisas en el coche, de picar algo mientras navegas por Instagram y de comer a toda prisa mientras respondes a los correos electrónicos del trabajo y atiendes a tus hijos? Si has respondido afirmativamente a alguna de las preguntas anteriores, ¡no estás solo! Con nuestra mentalidad “go go go”, comer distraído se ha convertido en algo demasiado habitual. Claro, es comprensible que seamos personas ocupadas con largas listas de tareas pendientes. Sin embargo, realizar varias tareas a la vez no siempre es la solución más productiva, sobre todo cuando se trata de comer. De hecho, hay investigaciones que sugieren que comer distraído puede provocar un aumento de los antojos de azúcar y de la ingesta de calorías, aumento de pesoy trastornos digestivos. Incluso está vinculado a mal humor y salud mental. Si esto se ha convertido en tu norma y no sabes por dónde empezar, estamos aquí para inspirarte con hábitos saludables respaldados por la investigación para combatir la alimentación distraída y consejos sencillos que te ayudarán a empezar hoy mismo.

7 hábitos alimentarios saludables que te ayudarán a dejar de comer distraído

#1 Cultiva un espacio dedicado a comer

Si actualmente consideras que tu coche, tu sofá e incluso tu cama son un espacio aceptable para comer, puede que haya llegado el momento de replantearte tu configuración. En lugar de considerar que todas las zonas están “prohibidas”, designa zonas concretas, como la mesa del comedor, exclusivamente para comer. Estos límites sueltos ayudan a indicar a tu cerebro que es hora de centrarte en la comida, promoviendo una experiencia alimentaria más consciente y libre de distracciones. A su vez, esto puede ayudarte a reducir la probabilidad de realizar varias tareas a la vez mientras comes, al tiempo que te ayuda a desarrollar una relación más sana con la comida.

#2 Haz de tu comedor una zona libre de tecnología

Aparta el teléfono, cierra el portátil del trabajo y pon en pausa la pantalla del televisor. Al eliminar estas distracciones digitales, creas un entorno que fomenta la atención plena, lo que te permite centrarte en la comida (¡y disfrutarla!). Además, hay investigación que sugieren que permanecer presente puede reducir la ingesta de calorías e incluso promover la elección de tentempiés más saludables. Reconocerás mejor las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo y, en última instancia sentirse más saciado y satisfecho.

#3 Come sentado

Si eres de los que comen sobre la marcha, tomarte tiempo para sentarte y disfrutar de la comida puede ser una forma sencilla de combatir la distracción al comer. El mero hecho de sentarte te ayuda a concentrarte en la comida y evita que comas deprisa y sin pensar, como suele ocurrir cuando estás de pie o en movimiento. También te permite ser más consciente del tamaño de las raciones, incluyendo qué y cuánto comes.

#4 Porciona tu plato

Hablando del tamaño de las raciones, repartir los tentempiés y las comidas puede ayudarte a evitar comer en exceso y a controlar mejor la ingesta de alimentos. En lugar de comer directamente de una bolsa o recipiente, tómate un momento para servirte una ración razonable en un plato o cuenco. Para apoyar aún más tus hábitos alimentarios, ¡disfrútalos con atención en un entorno libre de distracciones! De este modo, es mucho más probable que disfrutes de la comida y te sientas más saciado, lo que reducirá las probabilidades de comer en exceso y sin sentido.

#5 Planifica tus comidas

Planificar tus comidas con antelación puede ser una estrategia poderosa para combatir la comida distraída. Si tienes un plan claro (o, mejor aún, un tentempié o una comida para llevar), reducirás la tentación de coger lo que te convenga, lo que a menudo lleva a picar sin pensar o a comer en exceso. Además, al preparar tu propia comida, tienes pleno control sobre los ingredientes utilizados, lo que puede facilitar que evites los ingredientes furtivos y te ciñas a tus objetivos de salud. Considera la posibilidad de reservar un tiempo al principio o al final de cada semana para planificar tus comidas, preparar los ingredientes e ir a la tienda si es necesario.

#6 Disfruta de la Compañía

¿Te has dado cuenta alguna vez de que tardas bastante más en comer y beber tus comidas y bebidas en compañía de otras personas? ¡No está en tu cabeza! Compartir una comida con la familia o los amigos fomenta la conversación y la conexión, lo que te ayuda a estar presente y ralentiza tu ritmo de comida. Aunque siempre es divertido arreglarse para salir por la noche, ¡considera la posibilidad de cocinar en casa para disfrutar de una experiencia más sana (y barata)! Haz un noche de pizza sanaprueba una nueva receta FitOn, o mantén la sencillez con un comida en sartén fácil de preparar.

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#7 Practica la alimentación consciente

¿Cuándo fue la última vez que prestaste atención al sabor y la textura de la comida, o que masticaste más despacio para disfrutar realmente de lo que tenías en el plato? A la mayoría de nosotros nos cuesta comer con atención, ¡pero es más sencillo de lo que crees! Empieza dando bocados más pequeños, masticando despacio y sintonizando con las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo. Esto incluye comer cuando tengas hambre y parar cuando estés lleno. Esto no sólo te ayudará a reducir los excesos y las distracciones al comer, sino que también mejorará tu relación con la comida y la hará más agradable.

Lo que hay que llevar

Si quieres reducir al mínimo las distracciones al comer y mejorar tu relación con la comida, estos sencillos consejos son un buen punto de partida. Desde porcionar el plato y planificar las comidas con antelación, hasta crear una zona libre de distracciones en casa y disfrutar de la compañía de los demás, hay muchas herramientas fáciles de poner en práctica a tu disposición. Aunque es difícil romper un hábito, debes saber que la adopción de estas prácticas puede conducir a una mejor digestión, a una mayor conciencia de las señales de hambre y saciedad, y a una relación general más sana con la comida. Así que, ¿por qué no intentarlo?