Puede ser increíblemente frustrante dedicar horas a tu rutina de fitness pero no ver los músculos tonificados o un descenso en la báscula como esperabas. O, a veces, podemos empezar un nuevo régimen de entrenamiento y ver los resultados muy rápidamente, sólo para ver que se ralentizan drásticamente o se paralizan por completo. ¡Qué molesto!
Cuando sentimos que no llegamos a ninguna parte, a pesar de todo el esfuerzo, puede producirse una pérdida de motivación y confianza. Esto, por supuesto, puede llevar a abandonar por completo.
Pero no te preocupes. Resulta que hay algunas razones comunes por las que la gente se encuentra con mesetas de fitness en su progreso. Lo primero que hay que tener en cuenta es que pueden pasar meses o años para ver cambios en el tamaño de los músculos o en el porcentaje de grasa corporal. Así que no te desanimes si sólo han pasado uno o dos meses y aún no tienes el “cuerpo soñado”. Otra cosa importante que debes recordar es que tus objetivos deben ser realistas y alcanzables. A veces, los objetivos elevados pueden no ser posibles de alcanzar simplemente por la genética o por tus horarios y responsabilidades. Sé realista contigo mismo, pero también amable contigo mismo.
Dicho todo esto, puede ser agotador y desalentador pasar horas dedicadas a algo y no ver resultados visibles. Estas son algunas de las razones por las que podrías haberte estancado y no estar viendo los resultados que deseas de tus entrenamientos.
#1 No has sido totalmente honesto contigo mismo
No se pueden ver resultados en el gimnasio sin ser un comedor consciente en la cocina. Es demasiado habitual que creamos saber qué es el tamaño de una ración, pero en realidad no lo sabemos. O puede que pienses que has comido sano durante todo el día, pero coger puñados de mezcla de frutos secos todo el día puede sumar más rápido de lo que crees. Siéntese y pregúntese: “¿qué y cuánto estoy comiendo realmente? ¿Con qué frecuencia se mueve realmente a lo largo del día? A veces, cuando analizamos las cosas con rigor y honestidad, vemos que hay mucho margen de mejora.
#2 No estás cambiando tus entrenamientos lo suficiente
Tu cuerpo y tus músculos son mucho más inteligentes de lo que crees. Son muy rápidos para adaptarse a cosas nuevas, así que cuando realizas el mismo entrenamiento una y otra vez, tus músculos se acostumbran a hacer esos movimientos o a levantar esa cantidad de peso, y pronto, ya no estás cosechando los beneficios que tenías antes y es entonces cuando llegas a una meseta de fitness. Asegúrate de cambiar tus movimientos y tu rutina y sigue añadiendo pesos gradualmente para desafiar a tus músculos.
#3 Estás pensando en los extremos en lugar de en el equilibrio
A los humanos nos atraen las soluciones rápidas. Siempre estamos buscando el producto mágico, la rutina, la dieta o la moda que nos ayude a solucionar todos nuestros problemas en poco tiempo. Esto no es la realidad, amigos. Para ver el cambio y mantener los resultados, hay que hacer del fitness y la nutrición un estilo de vida. Si te vas a los extremos, puede que veas resultados desde el principio, pero pronto, el mantenimiento se vuelve agotador, por lo que es poco realista a largo plazo. En lugar de eliminar todos los carbohidratos o grupos de alimentos, o ir al gimnasio dos horas seguidas, céntrate en la moderación en lugar de la privación.
#4 No estás durmiendo lo suficiente
Un estilo de vida ajetreado y acelerado es demasiado común hoy en día. Pero dormir sólo tres o cuatro horas por la noche porque has tenido demasiadas cosas en la cabeza no es algo de lo que estar orgulloso. De hecho, esto puede ser extremadamente agotador para todo su sistema. Cuando dormimos, es cuando nuestro cerebro y nuestro cuerpo tienen el tiempo que necesitan para regenerarse y recuperarse. Cuando no se duerme lo suficiente, el cuerpo no tiene tiempo para centrarse en la construcción de los músculos porque está demasiado ocupado tratando de mantener todo lo demás trabajando en horas extras. Elimine los elementos sin importancia de su lista de tareas y dedíquese a descansar bien por la noche. Dormir es una parte esencial del autocuidado.
El resultado final
Si estás haciendo ejercicio como un loco, pero no parece que estés obteniendo los resultados que buscas, es muy probable que hayas llegado a una meseta de fitness. Como puede ver, esto puede deberse a una serie de razones: no dormir lo suficiente, no ser totalmente sincero con la cantidad de ejercicio que está haciendo, o tal vez simplemente no está añadiendo suficiente variedad y equilibrio a su rutina de ejercicios.
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