Siempre hay una oleada de entusiasmo y motivación cuando se empieza un nuevo programa de entrenamiento. Es fácil imaginar que se alcanzan los objetivos. Pero, ¿te has dado cuenta de que esa sensación es efímera? Pasan las semanas y notas que te sientes con más energía, que duermes mejor y que la ropa te queda bien. Sin embargo, la vida sigue siendo muy ajetreada y hacer ejercicio empieza a ser más complicado. Te dices a ti mismo que no pasa nada por perder uno, dos, tres, cuatro días de ejercicio. Ya has progresado tanto que no te puede doler… hasta que se convierta en semanas de desvío.
La pérdida de esa motivación inicial que tenemos cuando empezamos un programa de fitness es una de las principales razones por las que muchos de nosotros dejamos de hacer ejercicio de forma constante. La motivación no es una constante. Es algo que hay que cultivar a lo largo del camino, y estos sencillos ajustes pueden ayudar a aumentar tu motivación para entrenar para mantenerte en el camino y disfrutar del viaje.
Por qué encontrar la motivación para entrenar nos ayuda a mantener el rumbo
La motivación es lo que hace que los objetivos elevados se sientan al alcance de la mano. Es lo que te hace salir de la cama por la mañana, emocionado por empezar un día más cerca de alcanzarlos. Su nivel de
motivación
está tan estrechamente relacionada con sus comportamientos que puede predecir la mejora del aprendizaje, el rendimiento, la creatividad, el desarrollo óptimo y el bienestar psicológico.
Los estudios
han demostrado incluso que encontrar
motivación intrínseca
es más potente para crear coherencia en el ejercicio que las recompensas. ¿Por qué? Uno se motiva intrínsecamente para hacer ejercicio cuando lo encuentra interesante o satisfactorio. En otras palabras, obtienes algún tipo de placer al sudar. Y, cuando encuentras algo gratificante o agradable, la dopamina y la serotonina, las hormonas de la felicidad, encienden los centros del placer en tu cerebro. Cuando tu mente espera esta reacción de un hábito, te sientes más naturalmente motivado para continuar con él.
Razones comunes por las que nos quedamos sin motivación
Siempre tienes la posibilidad de encontrar motivación. Pero algunos días es más fácil de reunir que otros. En los días en los que sientas que “no puedes”, echa un vistazo a lo que está pasando en tu mundo… y en tu mente. Nuestros pensamientos crean nuestra realidad, y tienen el poder de crear (y obstaculizar) la motivación. Creamos historias en torno a lo duro que puede resultar un entrenamiento, a nuestra capacidad para hacerlo y a las dudas sobre si realmente alcanzaremos nuestros objetivos. Estos pensamientos reducen tu compromiso con tus objetivos. Tú tienes el poder de cambiarlos.
7 sencillos ajustes para aumentar la motivación en los entrenamientos
#1 Haga una lista de todos los resultados positivos
Nuestra mente tiene un sesgo hacia lo negativo. Si escribieras todos los pensamientos negativos que tienes cada día, te quedarías de piedra (¡adelante, inténtalo!). Sustituir estos pensamientos por otros positivos te hará pasar del sofá a pulsar el play en tus entrenamientos favoritos de FitOn. Empieza a cambiar tu diálogo interno escribiendo todos los resultados positivos de hacer ejercicio. No te limites a pensar en ellas: tener una lista visual hará que tu cerebro reciba señales más fuertes para levantarse y ponerse en marcha.
#2 Muéstrate con gracia
Todos tenemos días en los que no nos sentimos nosotros mismos. En contra de la creencia común, machacarse por no sentirse motivado no hará que se ejercite. Hablarte con amabilidad, como lo harías con un mejor amigo, solidificará la confianza entre tu psique consciente y subconsciente, dándote el espacio para encontrar más paz y entusiasmarte con tu próximo entrenamiento.
#3 Salir a la calle para despejar la mente
Si te sientes cansado o agobiado, a veces un poco de aire fresco es todo lo que necesitamos para sentirnos motivados. El mero hecho de salir a la calle, sentir la brisa y contemplar el entorno puede darte una inyección de energía. Mejor aún, conviértelo en una caminata rápida para que tu sangre bombee y esté lista para aplastar el resto del día.
#4 Vivir según la regla de los 10 minutos
Dígase a sí mismo que sólo hará ejercicio durante 10 minutos. Muchas personas descubren que una vez que se ponen en movimiento, no quieren parar. Es como si tu cuerpo necesitara un pequeño recordatorio de lo bien que se siente al hacer ejercicio.
#5 Piensa en términos de “tu futuro”
¿Cómo se sentirá “tu futuro” si te ejercitas? ¿Y si no? Pensar en el resultado final puede motivarte a mantener tus objetivos de fitness. Muchos atletas utilizan la visualización para sentirse motivados y con una buena mentalidad para rendir. Puedes utilizar esta misma táctica para imaginar lo increíble que te sentirás después de sudar.
#6 Manténgase hidratado y con combustible
No hay nada que mate más rápido tus vibraciones que estar hambriento o deshidratado. Asegúrate de llevar una botella de agua durante todo el día, para mantenerte hidratado, y come de forma regular y equilibrada para mantener tu motor en marcha.
#7 ¡Celebra tus victorias, incluso las pequeñas!
Cada vez que te tomas un momento para celebrar lo que has logrado, envías vibraciones felices a tu cerebro, y éste lo recuerda. Cuanto más lo alimentes con afirmaciones positivas por hacer una acción, más probable será que te motive a realizar esa acción de nuevo.
Entrenamientos para mantener la motivación
La forma más fácil de mantenerse motivado para hacer ejercicio es encontrar rutinas que te gusten o, al menos, que no odies. Sí, puedes enamorarte de tus entrenamientos. ¡Prometido! La aplicación FitOn tiene opciones para todos: Pilates, entrenamiento de fuerza, barre, HIIT, kickboxing, yoga, circuitos y vídeos de estiramiento. Si aún no te has unido a la comunidad FitOn, regístrate gratis y encuentra los entrenamientos que te motivan a seguir pulsando el play.