Aunque no se trata de hacer sonar la alarma, es importante saber que los diagnósticos de cáncer en adultos jóvenes han aumentado de forma constante, y que las mujeres se ven afectadas de forma desproporcionada. A estudio del Memorial Sloan Kettering Cancer Center descubrió que las mujeres menores de 50 años tienen un 82% más de probabilidades de desarrollar cáncer que los hombres del mismo grupo de edad. Este cambio preocupa a los investigadores, ya que los cánceres que antes se consideraban raros en adultos jóvenes -como el cáncer colorrectal y el de endometrio- son cada vez más frecuentes.
Aunque los avances en el cribado y la detección precoz pueden desempeñar un papel en la identificación de más casos, las investigaciones sugieren que los factores relacionados con el estilo de vida, el medio ambiente y el metabolismo están impulsando este aumento. Siendo el cáncer la principal causa de muerte en el mundoy comprender las tendencias que subyacen al aumento de las tasas en las mujeres jóvenes es crucial, no sólo para la concienciación, sino también para la prevención.
¿Qué cánceres están aumentando en las mujeres jóvenes?
Según estudios recientes, entre los cánceres que están aumentando en las mujeres jóvenes se encuentran:
- Cáncer de mama: El cáncer más diagnosticado en mujeres menores de 50 años, con tasas crecientes (aumenta aproximadamente un 1% cada año de 2012 a 2021) vinculadas a una pubertad más temprana, factores del estilo de vida y exposiciones medioambientales.
- Cáncer colorrectal: Antes considerado una enfermedad de adultos mayores, los casos de cáncer colorrectal han aumentado drásticamente en individuos más jóvenesdebido a factores como la dieta, los cambios en el microbioma intestinal y el sedentarismo.
- Cáncer de endometrio: Este tipo de cáncer uterino está aumentandosobre todo en mujeres con problemas metabólicos, como obesidad y resistencia a la insulina.
- Cáncer de tiroides: Han aumentado los casosdebido potencialmente a una mayor detección, pero también a factores ambientales como las sustancias químicas que alteran el sistema endocrino.
- Melanoma: Las tasas de cáncer de piel están aumentando especialmente en mujeres jóvenesciertos factores aumentan el riesgo, como la exposición a los rayos UV y los hábitos de bronceado.
¿A qué se debe el aumento?
Cambios en la dieta y el estilo de vida
Las dietas modernas han cambiado drásticamente en las últimas décadas, con un aumento de los alimentos ultraprocesadosazúcares refinados y grasas poco saludables. Estos patrones alimentarios contribuyen a la inflamación crónicala obesidad y la resistencia a la insulina, todos los cuales son factores conocidos de riesgo de cáncer. Un estudio de 2023 publicado en The Lancet relacionó el consumo de alimentos ultraprocesados con un mayor riesgo de padecer diversos tipos de cáncer, sobre todo de mama y colorrectal. Además, ha aumentado el comportamiento sedentariocon muchos adultos pasan más tiempo sentados y menos tiempo realizando actividades físicas, lo que agrava aún más los riesgos.
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Exposiciones medioambientales
Sustancias químicas alteradoras endocrinas (EDC) presentes en plásticos, productos de cuidado personal y pesticidas pueden desempeñar un papel en el aumento de los cánceres relacionados con las hormonas. Datos recientes sugieren que la exposición a sustancias químicas como bisfenol A (BPA), ftalatosy los parabenos pueden interferir en la regulación hormonal, aumentando el riesgo de cáncer de mama y reproductivo.. Además, el aumento de la exposición a contaminación atmosférica y las toxinas industriales se ha relacionado con una mayor incidencia de cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer, incluso en no fumadores.
Alteraciones del microbioma
El microbioma intestinal, que alberga billones de bacterias que regulan la digestión, la inmunidad y la inflamación, se ha revelado como un factor crítico en el riesgo de cáncer. riesgo de cáncer. Los estudios sugieren que mala alimentación, uso excesivo de antibióticosy estrés pueden alterar el microbioma intestinal, provocando disbiosis (un desequilibrio de las bacterias intestinales). Esto se ha relacionado especialmente con cáncer colorrectalLa investigación ha demostrado que el crecimiento excesivo de bacterias nocivas puede contribuir a la formación de tumores. De hecho, un un estudio reciente de 2024 descubrió que los individuos con cáncer colorrectal presentaban desequilibrios del microbioma intestinal distintos en comparación con los individuos sanos.
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Estrés crónico y privación del sueño
El estrés crónico y la falta de sueño pueden parecer no tener relación con el riesgo de cáncer, pero la investigación sugiere lo contrario. El estrés persistente puede elevar los niveles de cortisol y otros marcadores inflamatorios, que debilitan el sistema inmunitario y contribuyen a dañar el ADN y crecimiento tumoral. La privación de sueño también se ha relacionado con mayor riesgo de cáncer de mamaprobablemente debido a alteraciones en la producción de melatonina, una hormona que regula los ritmos circadianos.
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Factores reproductivos y hormonales
Los cambios en los patrones reproductivos de las últimas décadas han contribuido al aumento de las tasas de cáncer en las mujeres más jóvenes. Las mujeres tienen hijos más tarde, dar menos el pechoy el uso de anticonceptivos hormonales durante periodos más largos, factores todos ellos que pueden influir en cánceres relacionados con las hormonas como el cáncer de mama y de endometrio.
¿Qué se puede hacer para reducir el riesgo?
Prioriza una dieta integral
Seguir una dieta rica en La fibra, los antioxidantes y las grasas saludables pueden ayudar a disminuir el riesgo de cáncer reduciendo la inflamación y favoreciendo la salud metabólica. El Instituto Americano de Investigación sobre el Cáncer (AICR) recomienda una dieta basada en plantas con una variedad de verduras, frutas, cereales integrales y proteínas magras. Las verduras crucíferas (como el brécol, la col rizada y la col) contienen sulforafanoun compuesto que ha demostrado tener propiedades anticancerígenas. Además, ácidos grasos omega-3 procedentes de fuentes como el salmón y las semillas de lino se han relacionado con una reducción de la inflamación y un menor riesgo de cáncer.
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Hacer ejercicio con regularidad
Actividad física regular es una de las formas más eficaces de reducir el riesgo de cáncer, ya que el ejercicio ayuda a regular las hormonas, mejorar la función inmunitaria y reducir la inflamación. Un estudio en JAMA Internal Medicine descubrió que las personas activas frente a las sedentarias tenían un riesgo significativamente menor de padecer cánceres. De hecho, las investigaciones demuestran que incluso pequeños aumentos en el movimiento diario, como caminar más o incorporar el entrenamiento de fuerza, pueden tener efectos protectores.
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Limita los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas
Consumo de alimentos muy procesadoslos edulcorantes artificiales y las bebidas azucaradas se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer. Hay incluso datos que demuestran que cada aumento del 10% en la ingesta de alimentos ultraprocesados se asociaba a un mayor riesgo de cáncer general. En pocas palabras, reducir el consumo de aperitivos envasados, carnes procesadas y comida rápida, centrándose en alimentos integrales mínimamente procesados, puede suponer una diferencia sustancial.
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Evita los productos químicos alteradores endocrinos
Si no lees las etiquetas de ingredientes de tus utensilios de cocina y productos de belleza, es hora de que empieces a hacerlo. Según una investigación, las mujeres con niveles más altos de BPA y ftalatos en la orina tenían un riesgo significativamente mayor de cáncer de mama. Por tanto, reducir la exposición a las sustancias químicas que alteran el sistema endocrino y elegir plásticos sin BPA, productos de higiene personal sin perfume y productos ecológicos puede contribuir en gran medida a minimizar la exposición a sustancias químicas nocivas y a reducir tu riesgo de cáncer.
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Mantente al día de las revisiones
Detección precoz es clave para mejorar los resultados del cáncer. Las mamografías, citologías y colonoscopias periódicas pueden detectar el cáncer en sus fases más tempranas, cuando es más tratable. El Grupo Especial de Servicios Preventivos de EE.UU. (USPSTF) recomienda que las mujeres con un riesgo medio empiecen a hacerse mamografías a los 40 años, mientras que las que tienen antecedentes familiares o predisposición genética pueden necesitar un cribado más temprano. Además, los adultos jóvenes deben estar atentos a cualquier síntoma persistente -como pérdida de peso inexplicable, cambios en los hábitos intestinales o bultos inusuales- y buscar atención médica cuando sea necesario.
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Controla el estrés y prioriza el sueño
La gestión del estrés y el sueño de calidad desempeñan un papel crucial en la función inmunitaria y la prevención del cáncer. Y es más fácil de lo que crees. La meditación, la respiración profunda y las técnicas de relajación regulares no sólo pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol, sino que también contribuyen al bienestar general. Como mínimo, prioriza al menos 7-9 horas de sueño por noche.
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Reflexiones finales
El aumento de las tasas de cáncer entre las mujeres jóvenes es preocupante, pero la concienciación y un estilo de vida proactivo pueden marcar la diferencia. Conociendo los factores de riesgo y tomando medidas preventivas, las mujeres pueden reducir sus probabilidades de desarrollar cáncer y mejorar su salud general. Utiliza esta guía como inspiración para renovar tu rutina, y ten presente que cada pequeño cambio supone una gran diferencia.