Bienestar

Aumentan las enfermedades crónicas: 10 formas de reducir tu riesgo

El aumento de las enfermedades crónicas es alarmante, pero la buena noticia es que la mayoría no son inevitables.

By: Lauren Panoff MPH, RD

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) calculan que 129 millones de estadounidenses viven con al menos una enfermedad crónica importante, que puede incluir cardiopatías, cáncer, diabetes, obesidad o hipertensión. Dado que en Estados Unidos hay aproximadamente 334 millones de personas, esto equivale a más de un tercio de la población.

Las enfermedades crónicas son trastornos de salud de larga duración que pueden interferir en tu calidad de vida, o incluso reducir tu esperanza de vida, si no se tratan. También se llaman enfermedades no transmisibles porque, a diferencia de las enfermedades infecciosas, no pueden transmitirse entre personas. En cambio, las enfermedades crónicas son a menudo es el resultado de múltiples factores genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales (estilo de vida).

El aumento de las enfermedades crónicas es alarmante, pero la buena noticia es que la mayoría no son inevitables. Algunos investigadores estiman que alrededor de 80% de estas afecciones podrían prevenirse mediante hábitos de vida relacionados con la nutrición, el ejercicio y el tabaquismo. Sigue leyendo para saber más sobre qué enfermedades crónicas son más frecuentes y qué puedes hacer hoy para protegerte.

¿Qué enfermedades están aumentando?

Las enfermedades crónicas afectan o afectarán a todos en algún momento de nuestras vidas, directamente o a través de alguien con quien estemos relacionados. Es importante entender qué son las enfermedades crónicas van en aumento y cómo pueden afectar a la salud.

Estas son las enfermedades crónicas más prevalentes hoy en día en Estados Unidos:

  • Enfermedades cardiovasculares (corazón): La principal causa de muerte En Estados Unidos, la enfermedad cardiaca incluye afecciones como la enfermedad arterial coronaria y la insuficiencia cardiaca. Restringen el flujo sanguíneo y, en última instancia, pueden provocar infartos o derrames cerebrales.
  • Cáncer: Varios tipos de cáncerSon frecuentes los cánceres de mama, pulmón y próstata. El cáncer se produce cuando células anormales crecen de forma incontrolada, a menudo extendiéndose a otras partes del cuerpo, y puede ser mortal sin el tratamiento adecuado.
  • Diabetes tipo 2: Una enfermedad en la que el organismo tiene dificultades para responder a la insulina y regular adecuadamente el azúcar en sangre. Puede provocar complicaciones como daños renales, nerviosos y cardiovasculares.
  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC): Grupo de enfermedades pulmonares, como el enfisema y la bronquitis crónica, que provocan dificultades respiratorias. La EPOC limita la función pulmonar y empeora progresivamente, dificultando las actividades cotidianas.
  • Accidente cerebrovascular: A menudo causado por coágulos sanguíneos que bloquean el flujo de sangre al cerebro, lo que provoca una discapacidad a largo plazo. Un ictus afecta al movimiento, al habla y a las capacidades cognitivas, dependiendo de la zona del cerebro afectada.
  • Enfermedad de Alzheimer: Trastorno cerebral progresivo que provoca pérdida de memoria y deterioro cognitivo. Es la forma más frecuente de demencia y afecta gravemente a la independencia y la calidad de vida, ya que empeora con el tiempo.
  • Obesidad: Enfermedad caracterizada por un exceso de grasa corporal, que contribuye a aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, diabetes y determinados cánceres. También sobrecarga las articulaciones, provocando problemas de movilidad.
  • Artritis: Enfermedad que causa inflamación en las articulaciones, lo que provoca dolor, rigidez y limitación de la movilidad. Suele afectar a los adultos mayores, pero puede afectar a personas de todas las edades, reduciendo sus capacidades físicas.
  • Hipertensión (tensión arterial alta): Conocida como un “asesino silencioso” porque a menudo no presenta síntomas, la hipertensión aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca e ictus al sobrecargar los vasos sanguíneos y el corazón.
  • Enfermedad renal crónica (ERC): Pérdida gradual de la función renal, que dificulta al organismo la filtración de los residuos y el exceso de líquidos. Si no se trata, puede provocar insuficiencia renal, que requiere diálisis o un trasplante de riñón.

Esto puede parecer abrumador, pero recuerda que hay cosas cotidianas que puedes hacer para reforzar tu bienestar y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.

10 hábitos de vida para reducir el riesgo de enfermedades crónicas

Nunca es demasiado tarde para mejorar tus hábitos cotidianos. Incluso los pequeños cambios se suman con el tiempo, ayudando a proteger tu salud y a reducir el riesgo de enfermedades crónicas. A continuación te ofrecemos 10 ideas para empezar.

#nº 1 Sigue una dieta rica en nutrientes

Céntrate en potenciar la calidad nutricional de tu dieta comiendo una variedad de frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, semillas, legumbres y otras proteínas magras. Evita el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, azúcares añadidos y grasas saturadas.

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#2 Mueve tu cuerpo

Intenta conseguir al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad vigorosa a la semana. Ser físicamente activo ayuda a controlar el peso, mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de diversas enfermedades crónicas.

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#3 No fumes

El tabaquismo es un importante factor de riesgo de enfermedades como el cáncer, las cardiopatías y la EPOC. Dejar de fumar reduce significativamente el riesgo de padecer estas enfermedades. Si fumas y necesitas ayuda para dejar de fumar, habla con tu profesional sanitario o llama al 1-800-QUIT-NOW.

#4 Limitar el consumo de alcohol

Exceso de consumo de alcohol aumenta el riesgo de enfermedad hepática, hipertensión y ciertos cánceres. Limita el alcohol a niveles moderados, que se definen como hasta una bebida al día para las mujeres y hasta dos para los hombres. Mejor aún, ¡pasa de los cócteles a los mocktails!

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#5 Gestionar el estrés

Todos experimentamos estrés, pero cuando es continuo el estrés puede contribuir a las enfermedades cardiacas, la hipertensión y los problemas de salud mental. Intenta incorporar técnicas de gestión del estrés en tu vida cotidiana. Por ejemplo, la meditación, el yoga, escuchar música tranquilizadora, pasear por la naturaleza, escribir un diario o dibujar pueden ser útiles.

#6 Mantén un peso saludable

Alcanzar y mantener un un peso corporal saludable reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes de tipo 2, las enfermedades cardiacas y ciertos cánceres. La mejor manera de apoyar un control de peso saludable es seguir una dieta rica en nutrientes, dormir lo suficiente y hacer ejercicio con regularidad. RELACIONADO: 15 sencillos hábitos diarios que favorecen la pérdida de peso

#7 Hazte revisiones médicas periódicas

Las revisiones periódicas son una salud preventiva práctica. Acudir al médico al menos una vez al año puede ayudar a detectar precozmente las enfermedades crónicas, cuando son más tratables. Por ejemplo, los exámenes físicos, los análisis de sangre y otras pruebas preventivas son fundamentales.

#8 Mantente hidratado

Beber suficiente agua favorece la digestión, el metabolismo y el funcionamiento general del organismo. Una hidratación adecuada también puede ayudar a controlar el peso y reducir el riesgo de enfermedad renal. Un hábito estupendo es llenar un botella de agua reutilizable cada mañana y llévala contigo todo el día. Si te cansas del agua sola, añádele rodajas de limón o prueba el agua de Seltz sin azúcar o las infusiones.

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#9 Prioriza el sueño

El sueño es esencial para el descanso, la reparación y la regeneración. Los expertos recomiendan que los adultos duerman 7-8 horas de sueño de calidad cada noche. Dormir mal no sólo te hace sentir fatal, sino que también está relacionado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes de tipo 2, enfermedades cardiacas y problemas de salud mental.

#10 Mantente conectado socialmente

Nunca estuvimos destinados a vivir solos. Los estudios demuestran que tu círculo social es un aspecto importante de tu bienestar general. Crear vínculos sociales fuertes puede mejorar la salud mental, reducir el estrés y proporcionar un apoyo que puede disminuir el riesgo de enfermedades crónicas.

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Construir un futuro más sano empieza hoy

Las enfermedades crónicas son frecuentes, pero eso no significa que tengas que aceptarlas como la norma en tu vida. Aunque no podemos evitar todos los problemas de salud, incluso introducir pequeños cambios en los hábitos de vida diarios puede suponer una gran diferencia. Utiliza estos consejos como guía, considera algunas áreas de tu vida en las que podrías hacer mejoras, ¡y da prioridad a tu bienestar hoy mismo!