Bienestar

Alcohol + riesgo de enfermedad: las investigaciones que debes conocer

Además, cómo puedes reducir su consumo para proteger tu bienestar.

By: Lauren Panoff MPH, RD

El alcohol es un aspecto habitual de la vida social para mucha gente, tanto si te gusta ir a las cervecerías locales como tomarte un vaso de tinto con la cena. Aunque la bebida ocasional pueda parecer inofensiva, hay mucho que decir sobre el impacto del alcohol en la salud. No faltan datos sobre cómo el consumo de alcohol se asocia a un mayor riesgo de afecciones cardiacas, daños hepáticos e incluso cánceres.

No es por asustarte, pero incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden tener efectos sobre la salud a largo plazo, por lo que es importante sopesar los pros y los contras del alcohol en tu vida. El La Organización Mundial de la Salud afirma ahora: “Las pruebas actualmente disponibles no pueden indicar la existencia de un umbral a partir del cual los efectos cancerígenos del alcohol se ‘enciendan’ y empiecen a manifestarse en el cuerpo humano.”

Exploramos lo que dicen las investigaciones sobre el alcohol y el riesgo de enfermedad para que puedas tomar decisiones con conocimiento de causa.

¿Aumenta el alcohol el riesgo de enfermedad?

Los datos demuestran que beber alcohol está relacionado con un mayor riesgo de varias enfermedades, sobre todo cuando la bebida es un hábito regular o excesivo. Éstas son algunas de las enfermedades con más pruebas que las relacionan.

Enfermedad hepática

El consumo excesivo de alcohol a lo largo del tiempo es perjudicial para el hígado, provocando enfermedades como el hígado graso (acumulación excesiva de grasa), la hepatitis alcohólica (inflamación) y la cirrosis (cicatrización). El hígado descompone el alcohol, produciendo sustancias tóxicas que pueden cicatrizar e inflamar el órgano, mermando su capacidad para realizar su trabajo.

Cardiopatías

El consumo regular de alcohol puede elevar la tensión arterial y contribuir a enfermedades cardiacas como la cardiomiopatía (enfermedad del músculo cardiaco), las arritmias (latidos irregulares del corazón) y el ictus. El alcohol debilita los músculos del corazón, afectando a la forma en que se bombea y circula la sangre, lo que aumenta el riesgo de insuficiencia cardiaca.

Cáncer

El alcohol es un carcinógeno conocidolo que significa que contribuye al desarrollo del cáncer. Concretamente, aumenta el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, hígado, colon y mamas. Puede dañar el ADN y afectar a los niveles hormonales, sobre todo de estrógenos.

Pancreatitis

El consumo excesivo de alcohol inflama el páncreas, lo que a menudo provoca pancreatitisuna enfermedad inflamatoria dolorosa y potencialmente mortal. Con el tiempo, el alcohol puede alterar la capacidad del páncreas para regular el azúcar en sangre y la digestión.

Sistema inmunitario debilitado

El consumo regular de alcohol debilita el sistema inmunitario, haciéndote más susceptible a las infecciones como la neumonía. El alcohol también reduce la capacidad del organismo para combatir las infecciones, al alterar la producción de células inmunitarias.

Trastornos de Salud Mental

El alcohol es un conocido depresor y afecta a la química cerebral, lo que puede provocar o agravar trastornos como la depresión, la ansiedad y la dependencia del alcohol (adicción).

Éstas son sólo algunas de las muchas formas en que el alcohol puede aumentar el riesgo de enfermedad. Reducir o eliminar el alcohol de tu vida puede ayudarte a proteger tu salud a largo plazo.

Si crees que tienes un problema de dependencia del alcohol, es importante que pidas ayuda y busques recursos que te proporcionen orientación, apoyo y responsabilidad. Aunque no es el único factor, la genética puede influir en el alcoholismo. Los estudios demuestran que las personas con antecedentes familiares de alcoholismo tienen más probabilidades de desarrollar ellas mismas trastornos por consumo de alcohol.

6 formas de reducir el consumo de alcohol

Si quieres reducir la cantidad de alcohol que bebes o dejar de beber, aquí tienes algunas cosas que pueden ayudarte a alcanzar ese objetivo.

#1 Establece objetivos claros

Para alcanzar cualquier objetivo, es importante tener claro qué quieres conseguir exactamente. Establece límites concretos sobre cuánto y con qué frecuencia beberás, y haz un seguimiento de tus progresos. Por ejemplo, si actualmente consumes vino todas las noches después de cenar, podrías reducir tu consumo de 7 noches a la semana a 3, o encontrar alternativas adecuadas.

#2 Elige días sin alcohol

Designa determinados días de la semana para estar sin alcohol, lo que te ayudará a romper los hábitos rutinarios de consumo. También puede ser una excusa para probar algo nuevo, como cócteles simulados sin alcohol, té o kombucha.

#3 Sustituye el alcohol por alternativas

Opta por bebidas sin alcohol, como agua con gas, infusiones o cócteles sin alcohol durante los actos sociales. Puede ser útil llevar las tuyas propias.

#4 Evita los desencadenantes

Si las situaciones sociales son desencadenantes para ti y suelen ir emparejadas con el consumo de alcohol, es importante que seas consciente de ello. Identifica las situaciones o entornos que suelen llevarte a beber y busca actividades alternativas o mecanismos de afrontamiento.

#5 Ralentiza

Puede ser sorprendente la cantidad que podemos consumir cuando no estamos atentos. Considera la posibilidad de sorber tus bebidas más despacio y alterna las bebidas alcohólicas con agua o bebidas sin alcohol.

#6 Busca apoyo

No estamos hechos para vivir solos, sobre todo cuando se trata de superar retos. Ponte en contacto con amigos, familiares o un grupo de apoyo para rendir cuentas y recibir ánimos mientras te enfrentas a tus hábitos con el alcohol.

Si tienes un problema más grave con el alcohol, aquí tienes algunos recursos que pueden ayudarte:

Alcohólicos Anónimos (AA): Un grupo de apoyo mundial y gratuito que ofrece un programa de recuperación de 12 pasos para personas con trastorno por consumo de alcohol. También proporciona una comunidad de compañeros para un apoyo continuo.

Línea Nacional de Ayuda de SAMHSA: La Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) ofrece una línea de ayuda confidencial, gratuita y disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana (1-800-662-HELP) para personas que se enfrentan a problemas de consumo de sustancias, proporcionando derivaciones a centros locales de tratamiento y grupos de apoyo.

Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA): El NIAAA proporciona una serie de recursos, desde localizadores de tratamientos hasta información sobre el trastorno por consumo de alcohol y sus tratamientos. Ofrecen un directorio en línea para encontrar proveedores de asistencia sanitaria.

Equilibrio entre moderación y bienestar en el consumo de alcohol

El consumo de alcohol está relacionado con una amplia gama de riesgos para la salud, desde enfermedades hepáticas y cardiacas hasta cáncer y trastornos mentales. Ya sea reduciendo la ingesta o buscando ayuda para el trastorno por consumo de alcohol, tomar medidas para limitar el alcohol y encontrar alternativas más sanas puede mejorar significativamente los resultados de tu salud a largo plazo.