Construir un cerebro resistente es esencial para una salud óptima, la longevidad y la función cognitiva, especialmente en nuestro mundo altamente estresado. Casi el 75% de los adultos estadounidenses afirman tener una mala salud mental y física como consecuencia del estrés crónico, por no hablar de los 8 de cada 10 estadounidenses afectados por problemas de salud cerebral. Teniendo esto en cuenta, necesitamos resiliencia cerebral una prioridad. También conocida como resiliencia cognitiva, la resiliencia cerebral se refiere a la capacidad del cerebro para soportar el estrés, adaptarse al cambio y recuperarse de los desafíos, incluidas las lesiones, los traumatismos y el proceso de envejecimiento. Más allá de la genética, la investigación demuestra que la resiliencia está fuertemente influida por el estilo de vida, la dieta y los hábitos mentales, lo que los convierte en factores protectores a los que hay que dar prioridad para una salud cognitiva y una claridad mental óptimas.
A continuación, aprende a incorporar a tu vida diaria estas estrategias basadas en pruebas para que puedas proteger tu salud cognitivaconstruir un cerebro resistente y favorecer la longevidad.
8 formas respaldadas por la ciencia de aumentar la resistencia cerebral
#nº 1 Nutre tu mente con nutrientes que estimulan el cerebro
En pocas palabras, una dieta rica en nutrientes es fundamental para la salud cerebral. Mostrado a protegen las células cerebrales del daño causado por el estrés oxidativo, favorecen la conexión intestino-cerebromejorar la neuroplasticidady favorecen el funcionamiento óptimo del cerebrola dieta es la clave. Aunque seguir una dieta de alimentos integrales es un buen punto de partida, estudios revelan que la dieta mediterránea y dieta MIND – ricas en frutas, verduras, cereales integrales, grasas saludables y proteínas magras, son especialmente potentes para apoyar la función cognitiva y disminuir el deterioro relacionado con la edad.
Según las investigaciones, entre los nutrientes clave para potenciar el cerebro se incluyen:
- Ácidos grasos omega-3: Presentes en el pescado graso, las nueces y las semillas de lino, los omega-3 tienen efectos antiinflamatorios que protegen la salud cerebral y mejoran la plasticidad del cerebro, es decir, su capacidad para adaptarse y cambiar.
- Antioxidantes: Las bayas, los frutos secos y las verduras de hoja verde están repletos de antioxidantes que combaten el estrés oxidativo, un importante factor que contribuye al deterioro cognitivo.
- Vitaminas B: Especialmente B6, B12 y folato, las vitaminas B reducen los niveles de homocisteína, un aminoácido relacionado con el deterioro cognitivo.
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#nº 2 Priorizar el sueño de calidad
El sueño es importante para casi todas las funciones del cuerpo, y el cerebro no es una excepción. Durante el sueño, el cerebro elimina los residuosconsolida los recuerdos y procesa la informacióntodos ellos esenciales para la resistencia cognitiva. Las investigaciones relacionan la privación de sueño con problemas de memoria, tiempos de reacción más lentosy menor regulación emocional – factores que pueden debilitar la capacidad de recuperación del cerebro con el paso del tiempo. Para favorecer la salud cognitiva, mejorar la memoria y ayudar a proteger contra el deterioro relacionado con la edad, procura dormir entre 7 y 9 horas de calidad cada noche. Además, también es importante mantener una buena higiene del sueño, manteniendo un horario de sueño constante, limitando el tiempo de pantalla antes de acostarse y creando una rutina tranquilizadora antes de dormir.
#3 Crear conexiones sociales significativas
Los vínculos sociales fuertes son uno de los más poderosos para desarrollar la resiliencia para el cerebro, pero a menudo son algo que descuidamos en medio de nuestras ajetreadas vidas. Se ha demostrado que mejoran reserva cognitiva (la capacidad del cerebro para gestionar el daño y el envejecimiento) y estimulan las regiones cerebrales responsables de la memoria, la atención y la regulación emocional, la conexión social es una herramienta poderosa para la resiliencia y la longevidad del cerebro. De hecho, la investigación sugiere que socializar con regularidad puede retrasar la aparición del deterioro cognitivo, por lo que las interacciones significativas con los amigos, la familia o la comunidad son algo a lo que hay que dar prioridad con regularidad.
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#4 Practicar una actividad física regular
El ejercicio no sólo mejora la salud física, sino que también tiene profundos efectos en la salud cerebral y resiliencia. Según las investigaciones, las actividades aeróbicas ( como caminar a paso ligero o el ciclismo) son particularmente eficaces para aumentar el flujo sanguíneo al cerebro, promover la neurogénesis (crecimiento de nuevas neuronas) y liberan factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una proteína esencial para la memoria y el aprendizaje. También hay datos que demuestran que el entrenamiento de resistencia puede mejorar la función cognitiva tanto en adultos sanos y con deterioro cognitivodemostrando que ambos tipos de ejercicio son herramientas poderosas para ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y ayudar a prevenir el deterioro cognitivo. RELACIONADO: Por qué a tu cerebro le encanta el ejercicio, según la ciencia
#5 Practica la Atención Plena y la Gestión del Estrés
Estrés crónico libera cortisol, una hormona que puede dañar las células cerebrales y dificultar la capacidad de recuperación cognitiva con el tiempo. Y por desgracia, basado en los datos de la encuesta de 2024El 75% de los estadounidenses afirman sentirse estresados. La buena noticia es que prácticas de atención plena como la meditaciónse ha demostrado que la respiración profunda y la relajación muscular progresiva disminuyen los niveles de cortisol y reducen el impacto negativo del estrés en el cerebro. Estas prácticas no sólo pueden ayudar a desarrollar la resiliencia, sino que también favorecen la salud general y la longevidad.
He aquí algunas ideas:
- Pulsa play en una meditación guiada meditación FitOn para empezar el día.
- ¿Te cuesta sentarte quieto en una meditación sentada? Pruebe un
meditación caminando
. - Vuelca tus pensamientos en un diario al final del día para favorecer el sueño y reducir el estrés.
- Tómate unos momentos para respirar conscientemente, sobre todo en momentos de estrés o agobio.
- Escribe una lista diaria de agradecimientos que te ayude a centrar tu atención en los aspectos positivos de tu vida.
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#6 Desafía tu mente con actividades cognitivas
Mantener el cerebro ocupado con retos cognitivos puede ayudar a desarrollar la resiliencia y retrasar el deterioro cognitivo. Actividades como los rompecabezas, la lectura y el aprendizaje de nuevas aficiones o idiomas ayudan a estimular las vías neuronales y favorecen la flexibilidad cognitiva. Para incluir este hábito saludable para el cerebro en tu rutina diaria, procura dedicar al menos 15-30 minutos al día a actividades que supongan un reto para tu mente.
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#7 Priorizar la hidratación
¿Sabías que incluso una deshidratación leve puede alterar la función cognitiva? Esencial para transportar nutrientes, eliminar residuos y mantener un entorno cerebral sano, mantenerse hidratado es esencial para un cerebro resistente. Intenta beber ocho vasos de agua al día, y mantén un botella de agua reutilizable a mano como recordatorio visual para seguir bebiendo a sorbos.
#8 Limitar los azúcares refinados y los alimentos procesados
Azúcares refinados y alimentos procesados aumentan la inflamación y el estrés oxidativo, factores que debilitan la capacidad de recuperación del cerebro. De hecho, alto consumo de azúcar se ha relacionado con una reducción de la función cognitiva, incluida una mala memoria y un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Para favorecer la salud cerebral y la longevidad, opta por una dieta rica en alimentos integrales y presta atención a leer las etiquetas de los ingredientes. Incluye cambios saludables de cualquier alimento procesado o con alto contenido en azúcar, sustituyendo los tentempiés azucarados por fruta, o los alimentos procesados por alimentos integrales como frutos secos y yogur.
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Lo que hay que llevar
Construir un cerebro resiliente es más fácil de lo que crees: realmente se reduce a tu rutina diaria y a sencillos cambios en tu estilo de vida. Si das prioridad a los nutrientes que apoyan el cerebro, fomentas las conexiones sociales, haces ejercicio con regularidad y practicas la atención plena, puedes desarrollar una resiliencia a largo plazo que permita a tu cerebro adaptarse, recuperarse y prosperar. Prueba estos consejos de apoyo al cerebro y compruébalo por ti mismo.